viernes, 23 de mayo de 2008

El Movimiento, Vasili Kandinsky

La vida espiritual, representada esquemáticamente, es un gran triángulo agudo dividido en secciones desiguales, la menor y mas aguda dirigida hacia arriba. Cuanto más hacia abajo, tanto más anchas, grandes, voluminosas y altas resultan las secciones del triángulo.

El triángulo se mueve despacio, apenas perceptible hacia adelante y hacia arriba; donde "hoy" se halla el vértice más alto, "mañana" estará la próxima sección. Es decir, lo que hoy es comprensible para el vértice más alto y resulta un disparate incomprensible al resto del triángulo, mañana será contenido razonable y sentido de la vida de la segunda sección.

A veces, en el extremo del vértice más alto se halla un hombre solo. Su contemplación gozosa es igual a su inconmensurable tristeza interior. Los que están más próximos a él no le comprenden; indignados le llaman farsante o loco. Así se encontró Beethoven en su vida, denostado y solitario en la cumbre. ¿Cuantos años se necesitaron para que una sección más amplia del triángulo alcanzara la posición que él ocupó antaño sólo? Y pese a todos los monumentos- ¿han ascendido verdaderamente tantos hasta esa cima?

En todas las secciones del triángulo hay artistas. Todo el que ve más allá de los límites de su sección es un profeta para su entorno y ayuda al movimiento del obstinado carro. Si por el contrario no posee esa aguda visión o la utiliza para fines más abajos o renuncia a ella, sus compañeros de sección le comprenderán y le ensalzarán. Cuanto más grande sea la sección y cuanto más bajo su nivel, tanto mayor será la masa que comprenda e discurso del artista. Naturalmente casa sección tiene, consciente o (la mayoría de las veces) inconscientemente, hambre de pan espiritual. Este pan se lo dan sus artistas; mañana la sección siguiente tenderá sus manos hacia él.


Vasili Kandinsky

1 comentario:

  1. Este pueblo tiene artistas tambien, no solo de política vive Getafe, política de segunda, chavacana, corrupta, por no saber adecuarla a las necesidades del ciudadano.

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