NOTICIAS
La ley contra las nuevas formas de gestión se quedará sin apoyo
EL PSOE PODRÍA RETIRAR SU APOYO AL CAMBIO
2010-02-02
IU asume que el PSOE no respaldará finalmente su iniciativa para impedir las fórmulas de partenariado público-privado de la sanidad en los términos en los que actualmente está redactada y que implicaría una vuelta atrás en las nuevas formas de gestión implantadas por las regiones.
No habrá vuelta atrás en las nuevas formas de gestión sanitaria, o por lo menos no la habrá en los términos previstos inicialmente por Izquierda Unida (IU).
El grupo parlamentario de Gaspar Llamazares dice tener asumido que el PSOE no apoyará finalmente su iniciativa para reformar la Ley 15/1997 y prohibir las nuevas formas de gestión privada de la sanidad pública. IU consiguió aprobar en el Pleno del Congreso la toma en consideración de esta iniciativa en noviembre, gracias al apoyo socialista y con los votos en contra el PP y la abstención de los nacionalistas.
El objetivo de la iniciativa era, según explicó en aquel momento Llamazares, modificar la Ley 15/1997 para "parar los pies al afán privatizador de la Sanidad" exigiendo que tanto la prestación como la gestión de los servicios sanitarios y sociosanitarios se llevase a cabo exclusivamente por entidades públicas.
IU reconoce que el PSOE apoyó la toma en consideración de su propuesta contra la privatización pero que probablemente la iniciativa no prospere
Hoy acaba el plazo de enmiendas de los partidos a esta iniciativa y, aunque el plazo podría prorrogarse, IU dice ser consciente de que el apoyo socialista es complicado: "Una cosa es que nos respaldaran en la toma en consideración de esta iniciativa y otra que vayan a apoyar la propuesta en sí. Tenemos la impresión de que no contaremos con el voto necesario entre otras razones porque desde la aprobación de la toma en consideración de la iniciativa no hemos vuelto a mantener contactos sobre el tema", explican desde IU.
El Grupo parlamentario Socialista calla de momento sobre la postura que adoptará finalmente, pero el apoyo a la prohibición de las nuevas formas de gestión se antoja complicado, sobre todo si se tiene en cuenta que la propia ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, ha matizado ya en público el apoyo socialista a esta propuesta contra la llamada privatización. Jiménez ha afirmado al respecto que el apoyo socialista tuvo "un carácter general porque estamos en contra de la privatización, pero no de las nuevas formas de gestión que han implantado muchas autonomías. En lo que sí estamos de acuerdo es en que habría que evaluar su eficacia". Más crítico se ha mostrado el portavoz del PP en la Comisión de Sanidad del Congreso, Mario Mingo. En su opinión, "la iniciativa no puede salir adelante porque las autonomías no están tampoco de acuerdo con ella. Las nuevas formas de gestión se han implantado en todas las regiones, no sólo en las del PP. Todas las autonomías socialistas han utilizado algún modelo de gestión mixta y sería irracional una vuelta atrás".
Para el portavoz popular, "lo razonable sería una iniciativa que obligue a valorar los resultados de estas nuevas formas de gestión, la eficacia o los problemas que están teniendo, pero la supresión sin más valoraciones sería un grave error y una vuelta atrás que no creo que esté dispuesta a aceptar ninguna autonomía, del signo político que sea".
En favor de una evaluación de los nuevos modelos se muestra también José Martín, profesor colaborador de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP). En su opinión "es necesaria una agencia de evaluación independiente que valore la eficiencia de los nuevos modelos de gestión sanitaria porque en esta cuestión se están dando de forma paralela dos fundamentalismos: el de los mercados y el de lo estrictamente público, y ninguno de las dos ideas parece estar asentada en datos empíricos, en una evaluación rigurosa y externa que permita valorar la eficiencia de cada uno de los modelos".
Martín opina que los modelos clásicos estrictamente públicos plantean problemas de burocracia y falta de desarrollo de la carrera profesional mientras que los sistemas a imagen y semejanza del modelo Alcira pueden generar sobrecostes si no se tienen en cuenta los cambios tecnológicos que pueden producirse durante los 30 años del contrato de gestión, "si bien tienen la ventaja de poder poner en marcha un hospital sin grandes inversiones iniciales. Por eso, como todos entrañan riesgos y beneficios, lo adecuado sería una agencia evaluadora que nos permita saber realmente sus ventajas y sus inconvenientes".
NUEVAS FÓRMULAS PARA LOS HOSPITALES Y AP
José Martín, profesor colaborador de la Escuela Andaluza de Salud Pública, explica que casi todas las autonomías han implantado alguna fórmula de partenariado público-privado o alternativas a las redes asistenciales clásicas. "Lo más frecuente es que se adjudique la construcción y gestión del centro a una agrupación de constructoras, aseguradoras y cajas de ahorro locales, y se les pague un canon como ha hecho Madrid a 30 años, siguiendo el modelo británico y francés, pero manteniendo el core business, es decir, la prestación de servicios sanitarios, en manos públicas". Sin embargo, Martín reconoce que existen muchos modelos de gestión actualmente "y cierto oscurantismo sobre su implantación y su eficacia. Hay modelos como el de Alcira que finalmente incluye también la atención primaria con un pago per cápita, hay modelos como el catalán de conciertos que datan de antes de la democracia o de sociedades profesionales de atención primaria, empeños como el gallego por las fundaciones, o experiencias de nuevas formas de gestión pública como la andaluza en Maberlla".
No hay comentarios:
Publicar un comentario