El mal uso y abuso de los contratos a dedo por el Gobierno Municipal, pasa a ser considerado un derecho de los dueños del cortijo en Getafe. La contratación de personal eventual de cargos de confianza está regulado por ley para evitar los desmanes que suceden en Getafe, esto es, un lugar de pago de favores personales, de colocación del amigo, del familiar, del adulador, colocación en nómina a cargo y coste del ciudadano del superior o subordinado político, colocación del padrino o del apadrinado por el plutócrata de turno, colocación del comisario político, o del mercenario, o del cualquier jefe o aspirante a jefecillo que el político de turno considere conseguidor de votos o sumisiones.
Transcurrido un tiempo, casi nada en Getafe, el "colocado" y el "colocador", el cacique de turno, considera el puesto en propiedad, de su propiedad. Todo esto aunque sus competencias se reduzcan exclusivamente a cobrar a final de mes. Y más peligroso es cuando políticos jóvenes, o con escasa experiencia en el cargo, ya tienen asumido como cierto que la sucesión por jubilación, o por cuota de partido es motivo suficiente para realizar la cacicada de turno.
El cargo de confianza es un puesto, y supuesto, excepcional, para una actividad muy concreta y para un tiempo muy determinado. El Ayuntamiento tiene personal técnico y personal de administración, para dar cumplida respuesta a las necesidades de los ciudadanos. Por estas razones de excepcionalidad del cargo de confianza, el objetivo debiera ser su desaparición. Cuando los políticos tienen tan patrimonializada la administración, tan de su propiedad privada, es cuando asistimos estupefactos a declaraciones como las de la Portavoz Municipal del PSOE, Sara Hernández, que llega en su desvario a justificar la contratación a dedo por motivos como la jubilación del anterior, fallecimiento, sustitución o cuota de partido. El nivel político de estos politiquillos del tres al cuarto que tenemos es de suspenso vergonzante.
Todo esto, sumado a la situación de crisis que padecemos, hace que cada vez sea más necesaria la eliminación de muchos parásitos del Ayuntamiento. Con un mínimo nivel ético y moral de nuestros gobernantes, debates de estos asuntos, no tendrían razón de ser.
LO QUE FALTA ES HONRADEZ
Transcurrido un tiempo, casi nada en Getafe, el "colocado" y el "colocador", el cacique de turno, considera el puesto en propiedad, de su propiedad. Todo esto aunque sus competencias se reduzcan exclusivamente a cobrar a final de mes. Y más peligroso es cuando políticos jóvenes, o con escasa experiencia en el cargo, ya tienen asumido como cierto que la sucesión por jubilación, o por cuota de partido es motivo suficiente para realizar la cacicada de turno.
El cargo de confianza es un puesto, y supuesto, excepcional, para una actividad muy concreta y para un tiempo muy determinado. El Ayuntamiento tiene personal técnico y personal de administración, para dar cumplida respuesta a las necesidades de los ciudadanos. Por estas razones de excepcionalidad del cargo de confianza, el objetivo debiera ser su desaparición. Cuando los políticos tienen tan patrimonializada la administración, tan de su propiedad privada, es cuando asistimos estupefactos a declaraciones como las de la Portavoz Municipal del PSOE, Sara Hernández, que llega en su desvario a justificar la contratación a dedo por motivos como la jubilación del anterior, fallecimiento, sustitución o cuota de partido. El nivel político de estos politiquillos del tres al cuarto que tenemos es de suspenso vergonzante.
Todo esto, sumado a la situación de crisis que padecemos, hace que cada vez sea más necesaria la eliminación de muchos parásitos del Ayuntamiento. Con un mínimo nivel ético y moral de nuestros gobernantes, debates de estos asuntos, no tendrían razón de ser.
LO QUE FALTA ES HONRADEZ
Joder como está el patio, perdón el cortijo.
ResponderEliminarTenéis más razón que un santo.
ResponderEliminar¿Vosotros estais en la "feria" de las asociaciones?
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