LAS CUENTAS DEL GRAN CAPITAN

LAS CUENTAS DEL GRAN CAPITAN

Hay diversas interpretaciones de este adagio. La más conocida es el texto de la carta, supuesta, que Gonzalo Fernández de Córdoba le envía al rey Católico en contestación a su petición de cuentas, por los gastos que en la campaña de la conquista del reino de Nápoles, había tenido El Gran Capitán, y que decía:

"Por picos, palas y azadones, cien millones de ducados; por limosnas para que frailes y monjas rezasen por los españoles, ciento cincuenta mil ducados; por guantes perfumados para que los soldados no oliesen el hedor de la batalla, doscientos mil ducados; por reponer las campanas averiadas a causa del continuo repicar a victoria, ciento setenta mil ducados; y, finalmente, por tener la paciencia de tener que descender a estas pequeñeces del rey a quien he regalado un reino, cien millones de ducados.

"Hay una más sencilla y de andar por casa que se dice hace referencia a unas cuentas amañadas más o menos descaradamente.Y hay otra atribuida a Erasmo, que dice que el adagio se utiliza contra los que administran el dinero y hacienda ajena de tal manera que no pueden dar buena cuenta de su administración.

Alguno ya debe de estar pensando: ¿y todo este rollo a santo de qué?

Bueno seguro que os suenan las últimas declaraciones de Castro hablando, por un lado, de la justificación del penúltimo préstamo solicitado por el Ayuntamiento, y a renglón seguido por otro de los muchos millones de euros, 130 ni más ni menos, que va a ingresar el Ayuntamiento por los nuevos polígonos industriales de Los Gavilanes y El Juncal.

Como veis el tema se empieza a aclarar, y es que se me olvidaba que hay otra interpretación de las cuentas del gran capitán, y es que son las cuentas de la lechera.

LA ECONOMIA ESTUPIDOS, LA ECONOMIA QUE DECIA CLINTON

La situación económica del Ayuntamiento, tal como venimos informando desde el año pasado, es "delicada". Las tensiones de tesorería, que no hay un duro en dinero hablando en cristiano, se han ido agravando de una forma acelerada este año. Por un lado se acabó el ladrillo de la especulación, y por otro las trasferencias de la Hacienda del Estado y los ingresos municipales se han venido literalmente abajo. Si esto añadimos el particular sentido patrimonial que tiene Castro del Ayuntamiento, la confusión/desinformación está servida.

Obligadamente el Ayuntamiento tiene que acometer una considerable disminución de su presupuesto, por estas causas. Pero esto puede suponer que el límite de endeudamiento se sobrepase y que se quede sin la posibilidad de pedir más créditos, eso si el Tribunal de Cuentas no hace una inspección y encuentra "novedades".

Si tal como dice la lechera, perdón Pedro Castro, de los polígonos industriales se ingresan 130 millones de euros, sería bueno que explicara cuanto dinero se ha ingresado por los polígonos de viviendas, los que dan beneficio, de Getafe Norte, El Bercial, Kelvinator, El Rosón, El Cerro Buenavista, Los Molinos, Perales y otros, y sobre todo ese dinero dónde está. Es para creernos el cuento de la lechera, o no.

Si tanto dinero hay cómo se explica que lleve más de 12 años vendiendo el patrimonio municipal o vendiendo los servicios públicos, externalizaciones que le llama el ínclito, por un plato de lentejas. Si tanto dinero hay como explica que se paralice la expropiación de La Carpetania II, por unos millones. Cómo un Ayuntamiento tan rico tiene que vender la gestión de las piscinas municipales por 3 millones, y el mantenimiento de jardines y hasta el servicio de desatrancos.

Algo no cuadra en las cuentas municipales. Si tanto dinero tiene Castro como se reinventa la tasa de basuras, que se integró en el recibo de la contribución con Antonio Alonso de Concejal de Hacienda, y cómo explica la aplicación del vadazo, él y sus socios de IU, por el sistema de rodillo de mayoría municipal. Algo huele mal y no precisamente en Dinamarca. Si tanto dinero hay como se explica que tengamos unos impuestos como los de los suecos y unos servicios como los de los marroquíes.

SUPERVISANDO CUENTAS

Los presupuestos más inmediatos van a ser los del nuevo Plan Zapatero. No han acabado las obras del primer plan para emitir una opinión fundada, pero suponemos que algo habrán aprendido de los errores. Por de pronto no podrán justificarse diciendo que los han pillado de improviso. Seguirá el despilfarro o se cuidará más el dinero de los getafenses, que no de Zapatero como afirma Castro. Lo veremos. estaremos atentos a la actuación de los habituales manirrotos.